"It is often asked: 'Why is it the great majority of learned men of the nineteenth and the present century have denied that there is any truth in astrology?' The reply is: 'Because they had never investigated it being too prejudiced against it to do so'". Alfred John Pearce, The Text-Book of Astrology, Preface to the Second Edition.
En cierto modo la cita que escribo en el encabezado de hoy tiene mucho de verdad. Y eso que tenemos que considerar de que está hablando de finales del siglo XIX y principios del XX, y no toma en cuenta la mayor parte del siglo pasado y los diez años que llevamos del XXI; sin embargo, aunque la mentalidad en la que se basa la pregunta ha cambiado ligeramente, la razón de la respuesta sigue siendo la misma.
Aunque en estos últimos años mi vida social se ha vuelto muy selectiva, no se si por las circunstancias de vivir en un país extranjero, por la edad, o por ambas cosas, me he dado cuenta de que las personas siguen haciendo juicios de algo que no conocen lo suficiente. Ese miedo innato a lo desconocido, temor al qué dirán si pregunto tal o cual cosa, la mistificación que sobre el tema hacen los medios de comunicación desde el folleto de la iglesia hasta el internet, pasando por los clásicos como prensa, radio y televisión aumentan la ignorancia y negación de la información que uno encuentra en el estudio y práctica de la astrología.
Tampoco me quiero poner en el otro extremo. Entiendo, y he visto fanáticos, que quieren ver a la Astrología como la veían en la antigüedad, como una religión y para nada que es el caso; los extremos son dañinos para la salud tanto física como mental. Por este motivo me gusta recomendar libros; intento que sean de autores con una visión más científica y menos metafísica.
Esta obra de Pearce (The Text-Book of Astrology) que describe en detalle la astrología natal, mundial y electiva es una obra que realmente vale la pena estudiar ya que presenta casos de personajes históricamente conocidos y otros desconocidos que él mismo vio. Pearce sigue a los autores clásicos como Ptolomeo, y no tan clásicos como Zadkiel I.
Por ejemplo, en el capítulo XXV, Pearce habla del matrimonio, "y cómo un buen conocimiento de la astrología podría prevenir muchos matrimonios infelices y de este modo ayudar a reducir el número de divorcios en los tribunales familiares". Esto me recuerda una estadística que hay sobre la tasa de divorcio en India: dice que por la década de 1990 era de un 7.40 matrimonios por cada 1,000 matromonios, y que ahora anda por 11 divorcios por cada 1,000 matrimonios; inclusive dice que la tasa de divorcio es más baja en las villas a diferencia de las áreas urbanas.
Lo interesante de esta estadística de la India es que en ese país, con excepción de la población cristiana o católica, es que la mayoría de la población sigue la costumbre de acudir con un astrólogo para que le estudie la carta astral personal y de la pareja con la que se va a unir en matrimonio; si el astrólogo dice que no va a funcionar el matrimonio, normalmente se le hace caso y no se realiza (con sus excepciones). Alguno de mis cuatro lectores dirá, viendo hacia el monitor con el ceño fruncido, que puse las estadísticas y junte la cuestión astrológica y sume ambas para llegar a esta conclusión, y probablemente tendrá razón, pero ¿quién dice lo contrario? los números no fallan y más adelante voy a tratar de buscar en mis expedientes algunos ejemplos interesantes.
Los dejo para que sigan haciendo lo que parece que están haciendo aunque no estén haciendo nada.
Salutem,
En cierto modo la cita que escribo en el encabezado de hoy tiene mucho de verdad. Y eso que tenemos que considerar de que está hablando de finales del siglo XIX y principios del XX, y no toma en cuenta la mayor parte del siglo pasado y los diez años que llevamos del XXI; sin embargo, aunque la mentalidad en la que se basa la pregunta ha cambiado ligeramente, la razón de la respuesta sigue siendo la misma.
Aunque en estos últimos años mi vida social se ha vuelto muy selectiva, no se si por las circunstancias de vivir en un país extranjero, por la edad, o por ambas cosas, me he dado cuenta de que las personas siguen haciendo juicios de algo que no conocen lo suficiente. Ese miedo innato a lo desconocido, temor al qué dirán si pregunto tal o cual cosa, la mistificación que sobre el tema hacen los medios de comunicación desde el folleto de la iglesia hasta el internet, pasando por los clásicos como prensa, radio y televisión aumentan la ignorancia y negación de la información que uno encuentra en el estudio y práctica de la astrología.
Tampoco me quiero poner en el otro extremo. Entiendo, y he visto fanáticos, que quieren ver a la Astrología como la veían en la antigüedad, como una religión y para nada que es el caso; los extremos son dañinos para la salud tanto física como mental. Por este motivo me gusta recomendar libros; intento que sean de autores con una visión más científica y menos metafísica.
Esta obra de Pearce (The Text-Book of Astrology) que describe en detalle la astrología natal, mundial y electiva es una obra que realmente vale la pena estudiar ya que presenta casos de personajes históricamente conocidos y otros desconocidos que él mismo vio. Pearce sigue a los autores clásicos como Ptolomeo, y no tan clásicos como Zadkiel I.
Por ejemplo, en el capítulo XXV, Pearce habla del matrimonio, "y cómo un buen conocimiento de la astrología podría prevenir muchos matrimonios infelices y de este modo ayudar a reducir el número de divorcios en los tribunales familiares". Esto me recuerda una estadística que hay sobre la tasa de divorcio en India: dice que por la década de 1990 era de un 7.40 matrimonios por cada 1,000 matromonios, y que ahora anda por 11 divorcios por cada 1,000 matrimonios; inclusive dice que la tasa de divorcio es más baja en las villas a diferencia de las áreas urbanas.
Lo interesante de esta estadística de la India es que en ese país, con excepción de la población cristiana o católica, es que la mayoría de la población sigue la costumbre de acudir con un astrólogo para que le estudie la carta astral personal y de la pareja con la que se va a unir en matrimonio; si el astrólogo dice que no va a funcionar el matrimonio, normalmente se le hace caso y no se realiza (con sus excepciones). Alguno de mis cuatro lectores dirá, viendo hacia el monitor con el ceño fruncido, que puse las estadísticas y junte la cuestión astrológica y sume ambas para llegar a esta conclusión, y probablemente tendrá razón, pero ¿quién dice lo contrario? los números no fallan y más adelante voy a tratar de buscar en mis expedientes algunos ejemplos interesantes.
Los dejo para que sigan haciendo lo que parece que están haciendo aunque no estén haciendo nada.
Salutem,
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