En la actual sociedad saturada de información, lo más difícil para las personas es aquietar sus pensamientos; El temor a no escuchar nada, no ver nada, no interactuar con otras personas nos envuelve como una pesada niebla, lo que convierte ese temor en pavor, la angustia ante la soledad crece exponencialmente y la persona sale huyendo a ninguna parte.
Les recomiendo intentar por un día no leer los periódicos, dejar a un lado el libro que están leyendo, no escuchar la radio o las noticias, apagar el celular y el PDA no ver la televisión y si pudieran no hablar con otras personas. Lo primero que van a escuchar es a sí mismos pensando qué es lo que están haciendo, cuestionándose por qué comenzaron ese día, y luego recordando todas las cosas que pudieran recordar de su vida, sus relaciones, su familia, su historia personal, sus deseos, frustraciones y terminarán haciendo proyectos para el futuro, bajar de peso, hablar con su familia más seguido, comunicarse con su pareja, reunirse con sus vecinos y otra cantidad de incontable de cosas que se atropellarán a salir de sus pensamientos.
Se verán hablando sólos, sobre cada cosa que les vino a la mente y todo lo descrito anteriormente aparecerá en sus pensamientos en la primera media hora de ese día en que decidieron aislarse lo cual los llevará inmediatamente a volver a su rutina normal. Sorprendentemente, solamente unos cuantos pueden hacer este ejercicio de aislamiento, aquellos practicantes de artes marciales, yoga, y demás técnicas de meditación que te piden aislarte.
Los mismos blogs, como el que está leyendo actualmente, son resultado de este deseo interno de comunicarse y no sentirse aislado. El internet ha aislado a muchas personas del contacto personal, pero eso no los ha quitado de estar en contacto con los demás, siguen en contacto, inclusive sin tantas restricciones, ni mecanismos de defensa, ya que nadie los ve en persona y de esta manera expresan mejor sus pensamientos.
El problema que quiero plantear es que las personas no pueden aquietar sus pensamientos, no pueden aislarse (con pocas excepciones, como dije antes), tienen miedo a lo desconocido, a aquello que no saben que existe en otra dimensión, sospechan de la existencia de otra dimensión y otros mundos y eso hace que los abrace el temor por lo que vuelven a caer en su diálogo interior y posteriormente en el ciclo de pensamientos sin sentido.
Eso es lo que Castañeda habla en sus obras de "parar el mundo", ya que al hacerlo puedes ver los mundos paralelos que existen además del ya conocido. "Las enseñanzas de Don Juan" en las obras de Castañeda pueden compararse con otra obra que fue escrita en otra parte del mundo y en otra época, "El secreto de la flor dorada", el libro de enseñanza taoista para el control de la energía, la creación del cuerpo de Buda, lo que en las enseñazas de don Juan sería la creación del "doble".
En resumen, los pensamientos nos atan al mundo que conocemos y tememos salir de este mundo y conocer los otros; en otros comentarios seguiré con esto paso a paso.
Salutem
Sunday, January 20, 2008
Wednesday, January 16, 2008
Teotihuacan y Quetzalcoatl
Las antiguas piramides que existen en distintas partes del planeta le presentan al observador comun la idea de ser construcciones casi imposibles de hacer; hacen que cuestionemos las actuales formas de construcción de edificios, casas y puentes como obsoletas y poco duraderas. Uno se pregunta, ¿cómo lograron mover semejantes tamaños de rocas para darle forma a una piramide? ¿Por qué la disposición muestra posiciones de las estrellas? ¿Cómo sabían la existencia de algunas estrellas o planetas en el firmamento si no se alcanzaban a ver desde la tierra si no se utilizaba algún telescopio de alta potencia?
La "ciudad de los dioses", Teotihuacan, nos habla desde sus semidestruidas construcciones, casas y piramides de una gran ciudad, de una gran civilización perdida en las penumbras del tiempo, de cuyos habitantes tenían un conocimiento de nuestro sistema solar que los estudiantes de nuestro tiempo vagamente poseen. Una piramide de la Luna con las construcciones que muestran sus fases alrededor de una explanada que representa la tierra y una avenida frente a la piramide que representa la Luna nueva, cuando no vemos la luna.
Cuando visites, amable lector, este impresionante lugar, ve y sientate en el centro de esa explanada y sigue las fases de la luna hasta llegar a ver la construcción de bloquea la vista a la gigante Piramide del Sol; ¿qué te dice eso? Oh un eclipse solar. Y luego nada, la avenida de los muertos (de acuerdo a como le pusieron los arqueologos al lugar) que se extiende hacia el frente y que pasa frente a la Piramide del Sol, y poco más allá la piramide de Quetzalcoatl, la serpiente emplumada.
Dice la historia que Quetzalcoatl era un dios que vivía entre los humanos, que les había enseñado a pulir las piedras preciosas, y otras artes necesarias para la supervivencia. Extrañamente, a diferencia de los nativos teotihuacanos que ahí habitaban, el dios de la serpiente emplumada era un hombre blanco, rubio de ojos de color azul y una poblada barba.
Quetzalcoatl viajaba continuamente en su bote "volador" y desaparecía por días, unos dicen que para visitar otros lugares otros dicen que para ir a la morada de los dioses más allá del horizonte. Casualmente, más al sur de este lugar, allá por el área de Yucatán, se conocía a un dios que en la lengua local le llamaban Kukulcán, que casualmente significaba, si, adivinó, la "serpiente emplumada", su descripción física, rubio con ojos azules como el agua.
Dice la leyenda que un día el shamán y sus compinches en el poder estaban celosos de que el conocimiento del dios y todas sus enseñanzas estaban debilitando su poder ante el emperador y el pueblo por lo que se confabularon para quitar de enmedio al extraño dios. Pensaron en envenenarlo, pero la gente se iba a enterar que habían sido ellos, matarlo en alguna disputa tampo era viable, tenían que obligarlo de alguna manera a salir de ahí sin ser castigados por las autoridades así que diseñaron un plan que bien podía funcionar ya que el mismo dios les había enseñado a ser honestos y no violar las leyes del imperio.
Un día los conspiradores realizaron una fiesta dizque para festejar el tiempo de estadía del dios en el lugar. Todos tomaron del famoso aguardiente del lugar que era suave y dulce al paladar pero que obscurecía la razón que fue lo que finalmente le ocurrió al dicho dios quien no hizo más que caer dormido totalmente ebrio. A la siguiente mañana, con un fuerte dolor de cabeza vio que yacía a su lado a la joven hija del emperador, una hermosa joven soltera que fue engañada por los conspiradores para que se acostara con el dios.
La embriaguez de Quetzalcoatl había sido tanta que no pasó nada en la habitación, pero el pensó que se había aprovechado de la virginidad y pureza de la joven, por lo que avergonzado salió del lugar y se subió a su bote casi sin despedirse de nadie, diciendo al shamán que era el conspirador principal que algún día regresaría.
La historia es bastante interesante, pero otros dicen que salió del lugar porque vio venir una gran catástrofe, que trajo oscuridad durante varios meses al lugar. Grandes nubes cubrieron la tierra durante un buen tiempo, lo que hizo que se perdieran las cosechas, y hubiera una gran hambruna que provocó la muerte de una gran parte de la población. Después de que se despejaron los cielos apareció en el horizonte de la mañana una estrella que antes no se encontraba allí, dice esa otra leyenda; al parecer fue cuando apareció el planeta Venus por primera vez en el firmamento de la mañana y el pueblo dijo que era el bote de Quetzalcoatl que algún día bajaría a vivir de nuevo con ellos.
Pues bien, ahí en Teotihuacán vivió Quetzalcoatl durante un buen tiempo hasta que se fue del lugar. El quetzal es un ave de ahí lo emplumado, y coatl significa serpiente de ahí la serpiente emplumada. Lo raro es que el Quetzal es un ave de zona tropical más baja que de Teotihuacán, por lo que es cuestionable el nombre dado al dios.
Esos son misterios que se han ido creando a través del tiempo.
Salutem,
La "ciudad de los dioses", Teotihuacan, nos habla desde sus semidestruidas construcciones, casas y piramides de una gran ciudad, de una gran civilización perdida en las penumbras del tiempo, de cuyos habitantes tenían un conocimiento de nuestro sistema solar que los estudiantes de nuestro tiempo vagamente poseen. Una piramide de la Luna con las construcciones que muestran sus fases alrededor de una explanada que representa la tierra y una avenida frente a la piramide que representa la Luna nueva, cuando no vemos la luna.
Cuando visites, amable lector, este impresionante lugar, ve y sientate en el centro de esa explanada y sigue las fases de la luna hasta llegar a ver la construcción de bloquea la vista a la gigante Piramide del Sol; ¿qué te dice eso? Oh un eclipse solar. Y luego nada, la avenida de los muertos (de acuerdo a como le pusieron los arqueologos al lugar) que se extiende hacia el frente y que pasa frente a la Piramide del Sol, y poco más allá la piramide de Quetzalcoatl, la serpiente emplumada.
Dice la historia que Quetzalcoatl era un dios que vivía entre los humanos, que les había enseñado a pulir las piedras preciosas, y otras artes necesarias para la supervivencia. Extrañamente, a diferencia de los nativos teotihuacanos que ahí habitaban, el dios de la serpiente emplumada era un hombre blanco, rubio de ojos de color azul y una poblada barba.
Quetzalcoatl viajaba continuamente en su bote "volador" y desaparecía por días, unos dicen que para visitar otros lugares otros dicen que para ir a la morada de los dioses más allá del horizonte. Casualmente, más al sur de este lugar, allá por el área de Yucatán, se conocía a un dios que en la lengua local le llamaban Kukulcán, que casualmente significaba, si, adivinó, la "serpiente emplumada", su descripción física, rubio con ojos azules como el agua.
Dice la leyenda que un día el shamán y sus compinches en el poder estaban celosos de que el conocimiento del dios y todas sus enseñanzas estaban debilitando su poder ante el emperador y el pueblo por lo que se confabularon para quitar de enmedio al extraño dios. Pensaron en envenenarlo, pero la gente se iba a enterar que habían sido ellos, matarlo en alguna disputa tampo era viable, tenían que obligarlo de alguna manera a salir de ahí sin ser castigados por las autoridades así que diseñaron un plan que bien podía funcionar ya que el mismo dios les había enseñado a ser honestos y no violar las leyes del imperio.
Un día los conspiradores realizaron una fiesta dizque para festejar el tiempo de estadía del dios en el lugar. Todos tomaron del famoso aguardiente del lugar que era suave y dulce al paladar pero que obscurecía la razón que fue lo que finalmente le ocurrió al dicho dios quien no hizo más que caer dormido totalmente ebrio. A la siguiente mañana, con un fuerte dolor de cabeza vio que yacía a su lado a la joven hija del emperador, una hermosa joven soltera que fue engañada por los conspiradores para que se acostara con el dios.
La embriaguez de Quetzalcoatl había sido tanta que no pasó nada en la habitación, pero el pensó que se había aprovechado de la virginidad y pureza de la joven, por lo que avergonzado salió del lugar y se subió a su bote casi sin despedirse de nadie, diciendo al shamán que era el conspirador principal que algún día regresaría.
La historia es bastante interesante, pero otros dicen que salió del lugar porque vio venir una gran catástrofe, que trajo oscuridad durante varios meses al lugar. Grandes nubes cubrieron la tierra durante un buen tiempo, lo que hizo que se perdieran las cosechas, y hubiera una gran hambruna que provocó la muerte de una gran parte de la población. Después de que se despejaron los cielos apareció en el horizonte de la mañana una estrella que antes no se encontraba allí, dice esa otra leyenda; al parecer fue cuando apareció el planeta Venus por primera vez en el firmamento de la mañana y el pueblo dijo que era el bote de Quetzalcoatl que algún día bajaría a vivir de nuevo con ellos.
Pues bien, ahí en Teotihuacán vivió Quetzalcoatl durante un buen tiempo hasta que se fue del lugar. El quetzal es un ave de ahí lo emplumado, y coatl significa serpiente de ahí la serpiente emplumada. Lo raro es que el Quetzal es un ave de zona tropical más baja que de Teotihuacán, por lo que es cuestionable el nombre dado al dios.
Esos son misterios que se han ido creando a través del tiempo.
Salutem,
Sunday, January 06, 2008
Temporalidades
Las personas viven en el tiempo presente pero algunas tienden a pensar en el tiempo pasado más continuamente que otras y en el futuro menos que otras, principalmente en estos días en que cambia un año a otro; los números cambian y muchos se ponen a pensar que hicieron el año anterior y lo que desean hacer en el futuro que están pisando lentamente.
El vivir pensando en el pasado no es muy saludable. Es como ir caminando por la orilla de la calle viendo hacia atrás; esto nos hace ir más lentamente hacia adelante, si no nos detenemos o chocamos con algún objeto al frente u otra persona. Es muy parecido estar pensando en el pasado: no proyectamos para el futuro, no avanzamos, nos estancamos.
Ahora que si vamos caminando tomados de la mano con otra persona y es la otra persona la que se va deteniendo, chocando o alentando, tarde que temprano se va a soltar de nuestra mano y se quedará atrás y nosotros seguiremos caminando hacia adelante, porque sería injusto para el que va hacia el frente estarse deteniendo por la otra persona. Algunos dirán que es injusto no detenerse para ayudarla pero ya es mucho ayudarla el tomarla de la mano para que vaya junto a nosotros.
La inercia de no avanzar o estar detenido, o de pensar en el pasado, o vivir el presente y pensar el futuro es muy distinta. Hay cuerpos y objetos que si no están en movimiento se mueren o deterioran hasta destruirse; si no se les inyecta energía de alguna manera esos cuerpos u objetos se oxidarán, morirán o simplemente vegetarán sin movimiento y quedaran abandonados en el pasado lo que lamentablemente puede ocurrir cuando no se les alienta a seguir adelante.
Hay una etiqueta de advertencia en esta situación. Uno podría pensar que es el otro el que está avanzando y no viviendo en el pasado. ¡Cuidado! dice la etiqueta; Si uno se da cuenta que es el otro el que avanza ¡enhorabuena! pero si no...
Siempre que entro a este tipo de estados filosofales pasa lo mismo: me pierdo, pienso, existo, y me vuelvo a perder. Salto, brinco y vuelvo a caer donde mismo. Estas situaciones de temporalidad siempre se resuelven dentro de uno mismo; cada quien tiene que darse cuenta de lo que tiene o de si avanza o está observando su pasado. Uno solamente puede ser como el farol que se enciende para que ilumine un poco a quien navega detrás de uno, a aquel más joven que se encierra en sus enseñanzas, y por ser más joven piensa que está más actualizado y viviendo en el presente y caminando al futuro.
No necesariamente cuando envejece uno está volteando al pasado, es solamente echar un vistazo para que no lo vayan a tumbar aquellos distraídos que vienen viendo hacia su pasado y no prestando atención delante de ellos, siendo que uno va adelante a su paso.
Es como diría Don Juan el de Castañeda, estar atento a todo lo que te rodea como un guerrero.
Salutem,
El vivir pensando en el pasado no es muy saludable. Es como ir caminando por la orilla de la calle viendo hacia atrás; esto nos hace ir más lentamente hacia adelante, si no nos detenemos o chocamos con algún objeto al frente u otra persona. Es muy parecido estar pensando en el pasado: no proyectamos para el futuro, no avanzamos, nos estancamos.
Ahora que si vamos caminando tomados de la mano con otra persona y es la otra persona la que se va deteniendo, chocando o alentando, tarde que temprano se va a soltar de nuestra mano y se quedará atrás y nosotros seguiremos caminando hacia adelante, porque sería injusto para el que va hacia el frente estarse deteniendo por la otra persona. Algunos dirán que es injusto no detenerse para ayudarla pero ya es mucho ayudarla el tomarla de la mano para que vaya junto a nosotros.
La inercia de no avanzar o estar detenido, o de pensar en el pasado, o vivir el presente y pensar el futuro es muy distinta. Hay cuerpos y objetos que si no están en movimiento se mueren o deterioran hasta destruirse; si no se les inyecta energía de alguna manera esos cuerpos u objetos se oxidarán, morirán o simplemente vegetarán sin movimiento y quedaran abandonados en el pasado lo que lamentablemente puede ocurrir cuando no se les alienta a seguir adelante.
Hay una etiqueta de advertencia en esta situación. Uno podría pensar que es el otro el que está avanzando y no viviendo en el pasado. ¡Cuidado! dice la etiqueta; Si uno se da cuenta que es el otro el que avanza ¡enhorabuena! pero si no...
Siempre que entro a este tipo de estados filosofales pasa lo mismo: me pierdo, pienso, existo, y me vuelvo a perder. Salto, brinco y vuelvo a caer donde mismo. Estas situaciones de temporalidad siempre se resuelven dentro de uno mismo; cada quien tiene que darse cuenta de lo que tiene o de si avanza o está observando su pasado. Uno solamente puede ser como el farol que se enciende para que ilumine un poco a quien navega detrás de uno, a aquel más joven que se encierra en sus enseñanzas, y por ser más joven piensa que está más actualizado y viviendo en el presente y caminando al futuro.
No necesariamente cuando envejece uno está volteando al pasado, es solamente echar un vistazo para que no lo vayan a tumbar aquellos distraídos que vienen viendo hacia su pasado y no prestando atención delante de ellos, siendo que uno va adelante a su paso.
Es como diría Don Juan el de Castañeda, estar atento a todo lo que te rodea como un guerrero.
Salutem,
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