Alegoría de Aries
“Tu, Aries, eres
el primero en recibir la semilla, para que recaiga en ti el honor de poder
plantarla. Que cada semilla que plantes, un millón más se multipliquen en tus
manos. No tendrás tiempo de ver cómo crece la semilla, pues cada cosa que
plantes crecerá nuevamente, y también deberá ser plantado. Serás el primero en
penetrar en el terreno de las mentes humanas con Mí idea. Pero tu trabajo
consiste en alimentar la idea ni en cuestionarla. Tu vida es acción, y la única
acción que yo te adscribo es la de empezar a hacer que los hombres cobren
consciencia de mi creación. Para que trabajes eficazmente te doy la virtud de
la autoestima”. Y Aries volvió lentamente a su sitio.
Aries y Flores: anémona
La
leyenda: Venus, la caprichosa diosa del amor, se
enamoró del bello Adonis, un simple mortal. El celoso Marte, dios de la guerra
y amante de Venus, uno de los muchos que tuvo, ordenó a un jabalí que atacara a
su rival en un bosque y lo matara. Desconsolada, Venus, al ver la preciosa
sangre derramada de Adonis, la convirtió en hermosas anémonas.
Propiedades: Se dice que el perfume de la anémona cura las penas de amor de aquellos amantes que han sido traicionados o abandonados. Desde el punto de vista de la salud, se utilizan sus flores secadas en un horno y pulverizadas para combatir jaquecas, migrañas y dolores de cabeza.
Una anécdota: No siempre esta flor de inocente apariencia ha gozado de tan buena fama. En la Edad Media, época de oscurantismo, se consideraba que su perfume era tan venenoso que quien lo respirara de manera accidental, contraía una enfermedad mortal que acababa con su vida en pocas semanas.
Propiedades: Se dice que el perfume de la anémona cura las penas de amor de aquellos amantes que han sido traicionados o abandonados. Desde el punto de vista de la salud, se utilizan sus flores secadas en un horno y pulverizadas para combatir jaquecas, migrañas y dolores de cabeza.
Una anécdota: No siempre esta flor de inocente apariencia ha gozado de tan buena fama. En la Edad Media, época de oscurantismo, se consideraba que su perfume era tan venenoso que quien lo respirara de manera accidental, contraía una enfermedad mortal que acababa con su vida en pocas semanas.
Enseñanza de Aries
Aries nos enseña a expresar la agresividad
y la vitalidad de una manera espontánea, alegre y desinhibida. Ello implica que
no existe preocupación por las consecuencias lesivas que tales
manifestaciones provocan en las “personas delicadas”. La esencia de la
naturaleza “inocente” del arquetipo de Aries limita realmente las
consecuencias violentas de su agresividad y cualquier malinterpretación de un
acto espontáneo de vitalidad de Aries, por parte de otra persona es más bien un
indicio de las propias dificultades de autoexpresión de esta persona. También
nos enseña la autoexpresión corporal del fuego, es decir su manifestación a
través del ejercicio y del desarrollo muscular: el sentimiento de fuerza, de actualización
de nuestra potencia cuando nos conservamos en buena forma.
Aries y los besos
Tanto las arianas como los arianos se
dirigen directamente, hacia donde ellos quieren. Acarician el lugar justo, en
el momento indicado. No dudarán en tomar el cuerpo de su amante y besarlo en
forma impulsiva y no muy prolongada. Ellos besan como sello de acuerdo, pero
sus manos no se detienen en ningún momento. Los hombres de este signo te
besaran en la boca un segundo y luego seguirán con sus besos descendiendo por el
cuello. Y las mujeres no tendrán problema si no le devuelves el beso con la
misma intensidad de un huracán. Aries es un verdadero signo de fuego, a la hora
de besar, pero la fogata se concentra en el sexo no en la boca.
Ideal Cósmico
Aries es el principio de la Individualidad
Cósmica, que es la verdad de que todo lo que podemos hablar o inclusive pensar
es una unidad y posee los derechos de una unidad. En un sentido esto puede
llamarse también Fortaleza Cósmica. Hace que surja la virtud del valor, y como
su contraparte tiene la ilusión del engaño o la creencia de que los derechos
del individuo son su única preocupación, la “lucha por la existencia”
considerándose un hecho permanente, más allá de que no es necesario buscar...
esto produce fallas como la arrogancia.
Salutem,
RP
Salutem,
RP
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