Libellus astrologicus 10: Sagitario, descripción astrológica

Descripción Astrológica

Este es el signo de la fe o la confianza en los dioses, no de intuición como algunos han pensado. La flecha es el símbolo del alma buscando arriba a los Dioses cuando la fe está firmemente establecida. La parte negativa de esto está cuando la persona cree ciegamente en dogmas, o en cuál es la costumbre de creer sin usar la razón o la discriminación. Sagitario gobierna el ónix.

La lección especial que este signo tiene que enseñar es Fe. No la que usualmente se ubica como tal, la ciega aceptación de dogmas religiosos sin el ejercicio de la razón o del sentido común, sino confiar en el poder y amor de los Dioses. El proceso de desarrollo y fortaleza de esta cualidad causa a una persona ser repetidamente puesta en una situación donde todo parece ser desesperanzador y es rodeada por obscuras nubes de depresión o desesperación, pero si la flecha de la fe puede penetrar estas nubes deja un rayo de iluminación, esperanza y confianza.

La combinación de fuego y mutable produce una inquietud mental la cual origina insatisfacción con condiciones existentes y además la rebelión contra convencionalismos o restricciones, la independencia de carácter por la que el signo es notado. Esto frecuentemente hace al nativo muy corrupto e inclinado a actuar exactamente de la manera opuesta a cualquier consejo o sugerencia. Los sagitarios son llevados fácilmente por métodos diplomáticos pero no pueden ser dirigidos. Al mismo tiempo tiene inspiración y receptividad mental dando mucha independencia de pensamiento.

El fuego es el consumidor de las formas por lo tanto Aries y Leo son ambos opuestos al conservatismo del tipo estancante, pero siendo un signo cardinal es más constructivo que Sagitario, que siendo indeciso requiere un líder. Sin embargo, la cualidad mutable da mucha adaptabilidad y popularidad como una regla, también simpatía con reformas y poder de oratoria. Si Aries es el líder y Leo el organizador, Sagitario es con frecuencia el vocero público inspirado por el fuego del entusiasmo y fe en la justicia de su causa.

El Sagitario promedio es usualmente ingenioso, optimista, aficionado a los deportes al exterior y de caballos, generoso y dadivoso con el dinero, incapaz de ahorrar y siempre excediéndose de sus ingresos; hospitalario con cualquiera que venga de paso; muy casual y sin método en los negocios y dejando mucho a la oportunidad. Hace una compañía encantadora y su popularidad provoca sus errores para ser condenado.

En el lado negativo de la influencia la flecha se voltea hacia abajo produciendo una naturaleza que disfruta matando o la crueldad. Cuando se abusa de las más altas cualidades del signo éstas se suspenden y el nativo es meramente sanguíneo, ostentoso, extravagante y desconsiderado. Quizá bastante gastador. Otro defecto del signo es su tendencia a ser peleonero o contradictorio. Es la persona que a fuerza de hábito contradice cualquier idea nueva que se le presente. Esto es en parte debido a la naturaleza mutable.

Sagitario es casi en forma particular la antítesis de Capricornio. Entre los mejores tipos de este signo están la generosidad y la bravura, también un amor por la belleza y una apreciación de la magnificencia. Pero la persona promedio que uno usualmente encuentra ama la pompa y el ceremonial, ya sea en ropas especiales o vestimentas ceremoniales; si el nativo está inclinado religiosamente será naturalmente atraído al lado ceremonial hasta que haya superado la necesidad por ello.

Más profundamente se hunde el alma en las formas materiales. La evolución del sexo ha producido los caminos necesarios para la entrada de incontables fuerzas y el alma está perdiendo rápidamente los últimos vestigios de su consciencia espiritual. En otras palabras, Sagitario simboliza ese estado del alma en donde esta descendiendo a un punto polarizante y es, por lo tanto, el vortex de innumerables fuerzas opositoras buscando expresarse en diferentes formas.

Pero todo está sin establecerse. Es una fuerza masculina e incansable y está representada bajo la alegoría de la “Torre de Babel” y la absoluta dispersión de la gente (entidades) a las cuatro esquinas de la tierra y finalmente se envuelve en la densa materia y sus migraciones están al final de este lado del Ciclo de la Necesidad.

Bajo el plano astrológico, este signo rige las fuerzas motoras y el instinto del caminante, los muslos o la base de la locomoción; aquí vemos una analogía más perfecta. Este signo simboliza también las fuerzas gobernantes de la humanidad que ven la necesidad de ley y orden, es decir el gobierno. En esta expresión encontramos el arco (fuerza o fortaleza) lista para lanzar sus flechas de energía en cualquier dirección que pueda permitir la oportunidad; cuando se refleja sobre el organismo humano y sobre los planos externos, estas fuerzas se manifiestan como el espíritu incansable que siempre impulsa hacia delante, buscando nuevos campos de expresión fuera de los cuales desarrolla un sentido del orden, reprimiendo y educando o gobernando el yo y control de otros. Cuando reflexionamos sobre estos símbolos de verdades estelares la mente se inclina en reverencia ante la sabiduría que los creó.

Salutem,

RP