Tuesday, December 14, 2010

Pensamientos varios

I loved the beauty of the beautiful, the spirit of those rich in spirit, the strength of the strong; I laughed at the stupidity of the stupid, I despised the weakness of the weak, the meanness of the mean, and hated the badness of the bad. But now I must love the beauty of the ugly, the spirit of the foolish, and the strength of the weak. I must admire the stupidity of the clever, must respect the weakness of the strong and the meanness of the generous, and honor the goodness of the bad. Where does that leave mockery, contempt, and hatred? The Red Book, C.G. Jung, p. 329.

La fortaleza humana se encuentra cimentada, sorprendentemente, sobre un ligero y pequeñísimo punto de energía que un científico dijo que puede llegar a pesar alrededor de 21 gramos. De acuerdo con el Dr. Duncan MacDougall de Haverhill, Massachusetts, esa fue la variante de peso que tuvieron varias personas antes y después de morir, es decir cuando el alma salió del cuerpo, según lo publicó en la revista American Medicine en 1907, aunque fue criticado agriamente por la comunidad científica (como todo lo que se sale de su control) tiene bastante sentido lo del peso del alma.

La comunidad científica no acepta conceptos que no pueden comprobar experimentalmente. Así fue criticado Freud cuando desarrolló su teoría del psicoanálisis, Jung cuando aplicó sus conocimientos de misticismo de la psiqué sobre la mente humana, y todas las demás teorías científicas que atacan la astrología, la magia, el shamanismo y demás ciencias calificadas como ocultas.

La única forma de comprobar la veracidad de los efectos y eventos provocados por la influencia de la energía ya sea de los planetas (en la astrología), la magia, o en el shamanismo es verlos funcionar en uno mismo. Aunque, si tomamos en cuenta las definiciones que nos otorgan los científicos o las autoridades que rigen la "realidad comprobable" nos topamos con severos problemas de credulidad; por ejemplo, la Real Academia Española dice en su diccionario que la magia es un "arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales" (el subrayado es mío). Esto me recuerda la época medieval, con todo y la Santa Inquisición.

Todo parece indicar que es el miedo a lo desconocido lo que impulsa a la gente a criticar y negar la existencia de algo que está más allá de su comprensión. Tal vez cuando los científicos lleguen a poder medir la energía sutil que le da vida a las plantas, animales, seres humanos, y demás objetos de este planeta y de los otros en el universo van a decir: "Ups, nos equivocamos". Lo más interesante de eso es que la ciencia se basa en teorías, muchas veces no comprobadas, un conocimiento especulativo que consideran independiente de toda aplicación, como los agujeros negros en el espacio que suponen su existencia ya que no pueden comprobar si en realidad están allí y no son producto de su imaginación o lugares vacíos en el espacio.

Los escépticos se dan gusto intentando aplicar la teoría científica en la astrología, la magia, o el shamanismo, de la misma manera en que se aplicó al conocimiento "falso y contrario a las Escrituras" cuando la Iglesia a través de la Inquisición detuvo a Galileo culpable de herejía por su teoría del heliocentrismo. Probablemente nos tendremos que esperar unos 400 años más para que la ciencia diga que si existe esa energía sutil que mueve al mundo como hizo la Iglesia que, después de cerca de 400 años, dijo que Galileo tenía razón.

Salutem,

Ray